Larga vida al consecuente

LARGA VIDA AL CONSECUENTE

Larga vida al consecuente,

que sacrificó primero,

necesitó de aliciente,

de aquel amor verdadero.

Lo que le lanzó a ese vuelo,

sin alas ni puntería,

negras nubes en el cielo,

preso en una cacería.

Se halló a quien no resistía,

esperar a alcanzar su anhelo,

mirar de frente sin velo,

lo que el vivir consistía.

Lucha y afronta sin miedo,

para seguir realizando,

y puedas decir : ¡se pudo!

lo que un día fui trazando.

De lo que ya fue aprendamos,

sirvió para no ir rezando,

cual atajo a estar negando,

que somos lo que intentamos.