Simplemente se acoplan

SIMPLEMENTE SE ACOPLAN

Entre lo humano existe,

cada vez más distancia,

aún siendo ciego viste,

que aumenta la ignorancia.

Los conceptos son alas,

batiéndose en el viento,

simplemente son barcas,

que les cuesta ir a puerto.

Sueñas, bregas, te afanas,

sufres sintiendo el tiempo,

que apenas te acompaña,

te aprieta entre su cepo.

Un ciento de personas,

observa al otro ciento,

parecen comodonas,

escuchando algún cuento.

Simplemente se acoplan,

a ese vivir lo incierto,

mientras los vientos soplan,

¿qué habrá de falso o cierto?

Pasad horas, pasad

PASAD HORAS, PASAD

Quieres vencer el miedo

que te da la vida

a su exigencia, al puedo

superar la envestida.

Competir por derecho

al vivir, su medida

en qué lugar se ha hecho

tan profunda la herida.

Alrededor un mundo

 de ilusión, que no llega

la llamada, el escudo

para afrontar la entrega.

En laxitud la mente

sueña, que es posible tenerlo

aquella ansiada paz latente

y si ha de  ser engaño, no saberlo.

Como esa ola que golpea

al alcanzar la orilla, dejad

al mar que brame

que se escuche, que sea.

Lo que a la cuerda la brea

fácilmente deslizarse

cuando suba la marea 

tener donde refugiarse.

Atardecer de invierno

ATARDECER DE INVIERNO

Me regalabas el sentir profundo

que amansa; se hizo eterno ese segundo,

yo  te esperaba, y tú solemne, tierno,

dulce templanza, atardecer de invierno.

sobre una luz parpadeante, alterna,

llegando a su final, se fue latiendo,

sabiéndose feliz, de estar sintiendo,

como sólo lo alcanza, un alma plena.

Esperando la magia que acontezca,

hay quien no tiene nada del recuerdo,

legando amor, haces que no perezca,

deja de sopesar, qué gano o pierdo.

El mar se me hace enorme en su grandeza,

remueve el interior y lo hace noble,

es una sensación por parte doble,

se juntan a la vez, vigor, tristeza.

Porque el amor es breve en la distancia,

se presta al oleaje, hay que sortearlo,

para luego, en bonanza regresarlo,

con espíritu alegre y sin tormenta.

Sólo si vives, cuentas

SÓLO SI VIVES, CUENTAS

Cuando me quedo absorto,

admirando el paisaje,

escucho aquel momento,

la marcha de tu viaje.

Las estaciones quietas,

me dieron un mensaje,

sólo si vives, cuentas,

 es muy claro el lenguaje.

Va perdiendo su cuerpo,

quien ya nunca festeja,

hay demasiado tiempo,

en un tiempo de queja.

Demasiados principios,

con finales tristezas,

cuando encuentras motivos,

lo curvado enderezas.

No pienses en derribos,

busca que sea directa,

la línea que proyecta,

ser feliz y estar vivos.

Desde afuera

DESDE AFUERA

No he de esperar al tiempo en su tardanza,

cuando se pasa en su fragancia el fruto,

dándole vueltas a la vida en ser astuto,

queriendo perpetuar la circunstancia.

Tampoco sabes de cuánto es la espera,

aun puesta la simiente hay que echar riegue,

dándole a la actitud paciencia y bregue,

que es cada vida un cuadro, desde afuera.

Si me devano el pensamiento en la penumbra,

porque no todo es ciencia, está la argucia,

debo dilucidar lo que me anuncia,

si sendero que aprieta, o si deslumbra.

Que mis esfuerzos no sean perecederos,

menos argumentar y más conscientes,

porque la vida forma a los valientes,

para emprender y disipar  sus miedos.

Salud, sin visitar al curandero,

no embelesarse ante la santería,

prefiero derramar en la alegría,

momentos de pasión, sin agorero .

El mundo sin refugio

EL MUNDO SIN REFUGIO

La vida es educar desde el comienzo,

hacer que sea más fácil la existencia,

en ella está el sentido de paciencia,

pues nada ha de brotar sin el esfuerzo.

Se forman opiniones de la ausencia,

Y maduran precoces desengaños,

qué gran dolor notar temprana la carencia,

vivir sin tiempo y retrasar los años.

Todo volcado en un saber de arena,

a voluntad del viento cuando arrolla,

el mundo sin refugio te desuella, 

quién ha de refrenar tanta condena.

Juzgando e imponiendo van las reglas,

las leyes no se aplican para el mando,

mientras se otorgan privilegios van pasando,

secuencias de miseria entre tinieblas.

Barcos a la deriva, ¡arriad las velas!

también se expone el mundo a las corrientes,

vigilantes se han hecho aquellas mentes,

en tanta soledad de un mar sin huellas.