Sujetos a un cartel

SUJETOS A UN CARTEL

Ahora es más breve, el tiempo entre estaciones,

se van los años, como en estampida,

y en su celeridad, las emociones,

apenas tienen forma, ni cabida.

Hay un proceso al que desembocamos,

sujetos a un cartel, en convulsiones,

porque la vida donde conectamos,

es una invitación a las pasiones.

Si la felicidad se hizo de instantes,

su permanencia es obra de valores,

distintos gustos, pero con sabores,

nos llegan a alcanzar siendo constantes.

Va hilando soledad tanta ventaja,

se queda rezagado el trato humano,

no encuentra una respuesta, sólo es queja,

cuando no alcanza, a estar en sitio llano.

Son las tibiezas, las indecisiones,

aquellas muestras, que nos van blindando,

caminos por trazar, se van quedando,

intransitables, por faltar razones.

Sentir y recordar

SENTIR Y RECORDAR

Deja que pase el tiempo; ese infalible

poder, donde no hay lucha,

y que supere el bien al mal, inolvidable

sentir, y recordar hay vida y mucha.

Puedes haber perdido, la materia

es algo renovable, merma o crece,

pero sin alma. ¡Cuánto desmerece!

parece que se va, como si huyera.

Y para qué vivir de esa manera,

teniendo  corazón, sin advertirle,

es mucha desazón, si vas a herirle,

controla la ambición, déjala fuera.

De lo que desajuste al pensamiento,

me duele transitar, sin entenderlo,

no puedo estar feliz, y él no saberlo,

quiero llevarme amor, no experimento.

En cambio, me acordé del sufrimiento,

los de sin corazón, logran su hazaña,

se llevarán el hoy y ese mañana,

de la carencia material, en su lamento.

Saber que nada cambia

SABER QUE NADA CAMBIA

Con torres altas y gestiones lentas,

siempre fue fácil contagiar el miedo,

fingir que nada pasa, y que consientas,

que el tiempo se haga inerte, en el enredo.

De qué te sirve, en esta guerra fría,

blandir la espada, dentro de ese cuento,

saber que nada cambia, está encubierto,

ese proceso, que enmascara la alegría.

Tú sólo piensas el vivir, lo que sería,

antes de envejecer, un nuevo intento,

cada cambio te afecta, y no se haría,

lo que algún día, pensaste con acierto.

Cuatro generaciones agrupadas,

sin derecho a ejercer, de su dominio,

esclavas de ración, y ya ignoradas,

son la metáfora, en un campo de exterminio,

Hemos vuelto hacia atrás, desde el inicio,

por eso potenciamos la locura,

todo parece un sueño, entre basura,

porque se va mermando, nuestro juicio.

  Desde esta silla, se transmite el verso,

letras para pensar, grandes intentos,

aquí en este baúl, guardo momentos,

para entonar el tiempo, sin regreso.

Rodeados de un silencio

RODEADOS DE UN SILENCIO

Forma el dolor, aquella parte de la vida,

que aparece, y te quiebra la esperanza,

yo también, tuve un alma desvalida,

¿de qué depende aislarse en la templanza?

Si estamos rodeados de un silencio,

que es la respuesta, cuando en larga espera,

se reduce el valor, a ver si se supera,

lo que de ingrato acontecer, forma el desprecio.

Dicen que aprendes, a apreciar donde no hay precio,

y mientras, te separas de los sueños,

no vaya a ser, que ansiando pasen años,

si el corazón se insinúa, ponlo recio.

Son diferentes mundos los que atisbas,

pero te exigen calidad humana,

para poder salir de donde estabas,

que era tan sólo, una experiencia urbana.

No dejes que la vida se te escape,

aunque te exija parte de tu aliento,

respira, y dale paso en su momento,

pero en la libertad, que no te atrape.

Etapa tardía

ETAPA TARDÍA

Se abre formando la vida,

continúa la existencia, a pesar

de la insistencia, por marcarla y tropezar,

la tengo que disfrutar, nunca permitir la huida.

Árboles que se deshojan,

en el otoño, desnudos quedáis,

los paisajes recreáis,

el lugar en que se alojan.

Y se me antoja violeta,

la puesta del sol, ya oscuro

quiero, que mi alma prometa,

no perder el sentir puro.

Ya nos vamos de la mano,

con andar sin titubeos,

sintiendo grandes deseos,

de expresar, aquello humano.

Como palmeras al viento,

se alzan briosas y erguidas,

nuestras miradas fundidas,

y mirando hacia lo alto.