Sólo en el interior

SÓLO EN EL INTERIOR

En esa progresión, que dice y hace,

se exige corazón con voz, sin ruego,

la misma intensidad, el mismo fuego,

para aliviar el frío, que nos nace.

Con precisión, la calma llega,

esparciendo semillas interiores,

cuando se alejan, aquellos temores,

que son producto, de una errónea entrega.

Son los extremos, los que van abriendo,

fisuras en un campo, si no hay siembra,

el fuego abrasador, dejando sombra,

y el frío, que se adhiere y va excluyendo.

El cómo ser feliz, te desconcierta,

lo que dejas pasar, no vuelve luego,

aunque murmuren, busca lo que alienta,

es sólo en tu interior, donde está el ciego.

Abre los ojos del alma,

que contemple el firmamento,

Cuando no halle la desgana,

fluirá porque estás contento.

Se libre de sentimiento,

que mientras siente, no engaña,

brilla el sol cada mañana,

si hay luz, en el pensamiento.