miércoles, 3 de mayo de 2017

¡Cuánto desierto!


¡CUÁNTO  DESIERTO!

Muchos quisieron saturar los tiempos,
hacerse cábalas, recreando historias,
donde lo del vivir cuesta dos cuerpos,
ambos para inspirar falsas victorias.

Para llegar sin sed ¡cuánto desierto!
pero a su vez, la fiebre de opulencia,
que se apodera del humano en desacierto,
porque entrega cuanto es sin hallar ciencia.

Ay si tuvieran ocasión muchos ya extintos,
de poder enmendar errónea idea,
vivir matándose y que al final no sea,
un paraíso andar en desalientos.

Mientras por el camino desgastamos,
al final nos marchamos con lo puesto,
lo que al esfuerzo le era tan molesto,
no poder resarcir eso que ansiábamos .

Se recubre de sombra el trago amargo,
es tarde  para hablarle al infinito,
salir de los errores ¿cómo lo hago?
volver a repetir ¿por qué no evito?

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