NOS VAMOS ACOSTUMBRANDO
Yo me detengo y escucho,
todo lo que está pasando,
puede que no sea mucho,
para el que está disfrutando.
Y no se está discutiendo,
ni siquiera conversando,
sólo acelerando el tiempo,
sin saber cómo pasarlo.
De aquella bebida amarga,
donde está gente de paso,
nos estamos acostumbrando,
a apurarla sin hacer caso.
Su entender asombraría,
nadie quiso ni pensarlo,
que el mundo adelantaría,
especialmente en fracaso.
Estamos bajo el influjo,
de temores y de arcanos,
secretos que envuelven lujo,
apariencia de estar sanos.
¿Distante está el firmamento?
No es verdad, está aquí abajo,
donde la unión se ha hecho un cuento,
con páginas de relajo.
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