EN CADA ESTRELLA
De entre los vidrios rotos, quedan pruebas,
de inevitable corazón, ya traspasado,
no es necesario, hacer promesas nuevas,
de comunicación, forzando el diálogo.
Seguiré la instrucción, cual el soldado,
centrado en disciplina y estrategia,
nada compensará, si no he borrado
la idea, de moverme por inercia.
En cada estrella, hay una luz que lo mostraba,
un querer insinuar, que era brillante,
toda obra con pasión, surge y se acaba,
cuando en su forja, se imprimió talante.
Sólo el impulso, quedará latente,
habiéndose instaurado, en la confianza,
que no habrá de quedarse, en sueño ausente,
porque en su intento, habrá perseverancia.
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