UN TORRENTE HUMANO
Se tardan las respuestas, cuando en vano,
sigues luchando, aunque en seguida no se pueda,
pasas y miras, un torrente humano,
donde aspiras a ser, y lejos queda.
Vidas queriendo, atravesar senderos,
como ganado trashumante, van pasando,
siempre habrá últimos, también primeros,
aunque en llegar, se fueran esforzando.
Todo es sudor y lágrima, excedente
de una loca carrera, y desespera,
volviendo a caminar, seguir valiente,
teniendo voluntad, quedarse afuera.
Las hojas caen del árbol, él lo siente,
así en el hombre, muda piel y aflora,
en cada etapa otro perfil, consciente
de que cada estación, marca su hora.
Vierte temprano tu sentir, y llora,
que nada se le escape a tu sentido,
en esa huella, de un vivir ahora,
lo primero es estar fortalecido.
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