MI ANSIA DE
SUEÑO
Para
amansar dolor quise olvidarme,
de todo lo
que al alma resentía,
pero la
vida, a veces no conforme,
abre las
puertas y hay melancolía.
En todo padecer
hay hojas secas,
que
arrastra el viento del Otoño, y queda
la memoria de
la rosa primera,
aquella que
murió y en vano anhelas.
Ves pasar
el siglo y te rebelas,
analizando
en cada etapa el tiempo,
vas
procurando conservar las alas,
que te
lleven hacia el final contento.
En esta
tarde, no he de hacer recuento,
para qué
despertar mi ansia de sueño,
aunque lo
grande se vuelva pequeño,
no es más,
que un niño reclamando el cuento.
Voy
conformando al espíritu en su entrega,
hay una
fuente donde ansío y bebo,
mientras se
empeña en fustigarse y llega,
a procurar
que la vida sea algo nuevo.